viernes, 3 de agosto de 2018

¿Perdió la motivación cuando empezó a ser su propio jefe?



Iniciar no es fácil y más cuando el emprendedor debe enfrentarse a todo, incluso a sí mismo.


Ser su propio jefe no solo significa tomar decisiones y vivir de ellas. Implica que usted puede y debe controlar su motivación, la cual se verá afectada constantemente por factores internos y externos. Desde el complicado ecosistema jurídico y tributario que rodea al emprendedor a la hora de crear formalmente la empresa, la competencia, su modelo de negocio (que tal vez aún necesite ajustes) o hasta las personas de su entorno (sean sus socios o sus colaboradores los cuales permiten cumplir el porqué de la empresa).

Pero no nos engañemos, el primer punto de mejora que todo emprendedor tiene es uno mismo. Extrapolar la problemática a los factores externos es engañarnos, ya que el primer mecanismo de corrección que todos tenemos, somos nosotros.



Hay muchas formas de abordar los problemas, su diferencia radica en cómo nos referimos a ellos. Para mantenerse 100% motivado y poder convertirse en un hacker de su mente.

1. Cambiar el “debo hacer” por el “quiero hacer”:
Debo hacer la tarea.
Quiero hacer la tarea.

2. Cambiar el “pero” por “y”:
Voy a ver Netflix pero debo escribir la columna de Finanzas Personales.
Voy a ver Netflix y escribiré la columna de Finanzas Personales (usted puede escoger si antes, durante o después).

3. Cambiar el problema por una situación:
¡Tenemos un problema con un aliado!
¡Tenemos una situación con un aliado!

4. Cambie la debilidad por punto de mejora:
La debilidad de Andrés es el orden.
El punto de mejora de Andrés es el orden, por eso anota todo en un cuaderno.

Aceptar las culpas:

No importa si es emprendiendo, estudiando o trabajando, todos nos encontraremos con problemas, debilidades y culpas, por lo tanto, se vuelve fundamental vivir el día a día con una actitud positiva. Emprender no es fácil, nunca lo será, pero de uno depende si aprende de las malas experiencias, o se deja llevar por ellas.   

Seguramente usted no tenga ni un poco de ganas de hacer su tarea o sus múltiples deberes. El primer paso para hackear su mente y motivarse, es cambiar el lenguaje, el lenguaje con el que se acerca a los problemas. Recuerde por qué quiere emprender y cambie todo por una sonrisa.


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